Los retos a los que se enfrenta una gran ciudad como València en la gestión de sus servicios funerarios son muy diferentes a los que se plantean en otras ciudades de menor tamaño, tanto por la diversidad y tamaño de las instalaciones como por el número de recintos necesarios para ofrecer un correcto servicios a la ciudadanía de los diferentes barrios. Alejandro Ramón, concejal delegado de Cementerios y Servicios Funerarios del Ayuntamiento de València, explica en esta entrevista las particularidades del servicio, las apuestas de futuro y su visión, como gestor público del papel que debe cumplir un certamen como FUNERMOSTRA.
¿Es muy compleja la gestión de los cementerios de una gran ciudad como València?
La gestión de los servicios funerarios en València Tiene una complejidad inherente por la superficie de los recintos y también por su número, así como por el volumen de población. En València contamos con diferentes instalaciones, como el cementerio General, que incluso tiene dos fases separadas por las vías del AVE, y también cementerios periféricos de antiguos pueblos, como Campanar, el Cabanyal, el Grau, El Palmar, Massarrojos o Benimàmet. Pese a que cada uno de ellos está en un extremo de la ciudad se deben mantener y asistir igual que los demás.
¿Cómo se plantea una ciudad como València su estrategia de servicios funerarios?
El objetivo principal, lógicamente, es satisfacer la demanda de unidades de enterramiento, dando respuesta a las necesidades de nichos sencillos y de columbarios en todos los cementerios. Otros tipos de unidades como los nichos dobles tienen muy poca demanda.
¿Es necesaria la colaboración con las empresas del sector para garantizar la calidad del servicio?
En el Ayuntamiento de València trabajamos con muchas contratas como puede ser el caso de Atroesa para la gestión del tanatorio municipal o la Sociedad de Agricultores de la Vega (SAV) para la de los recintos. A estas dos firmas se suman todas las empresas con las que hacemos licitaciones para, por ejemplo, la construcción de nichos. Cabe señalar que debido a las particularidades que comentaba anteriormente gran parte de la gestión es licitada y, en este sentido, debo decir que las relaciones con todas las empresas implicadas de una u otra manera en la gestión de los recintos funerarios de València es de una buena comunicación con todas ellas.
¿Cómo se han ido resolviendo la presión derivada de la pandemia de coronavirus?
Durante los últimos doce meses el gran trabajo y el esfuerzo de las contratas y de los servicios del ayuntamiento han logrado hacer frente de manera satisfactoria a una situación tan inédita como la que estamos viviendo, sobre todo en los primeros momentos. Todas las partes implicadas en la gestión han asumido un gran volumen de trabajo para hacer frente a esta adversidad, incluso trabajando con menos personal por confinamientos o positivos, y además con mucho mayor volumen de trabajo. El esfuerzo de los profesionales ha sido encomiable, y quiero aprovechar la oportunidad que me brinda esta entrevista para ponerlo de manifiesto, junto con el de todas las empresas funerarias que trabajan en la ciudad y que, en esta pandemia, han sido injustamente los grandes olvidados.
¿Se detecta una demanda creciente de incineraciones en la ciudad? ¿Qué tendencias observan en cuanto a este aspecto?
Efectivamente, desde hace años se observa un aumento de demanda de la incineración, y la tendencia es claramente alcista en detrimento de la inhumación.
¿Qué porcentaje de cenizas se deposita en el cementerio tras la cremación? ¿El ayuntamiento de València tiene previsto ofrecer otras alternativas más allá de los nichos y los columbarios?
Dentro de este aspecto, un 20% de las incineraciones que se producen en la ciudad demandan quedarse en columbarios de los diferentes recintos. Con respecto a la segunda pregunta el Ayuntamiento de València ya está dando respuesta a esta demanda que, sin ser masiva, está presente. El jardín de la memoria es una instalación que ponemos a disposición de los valencianos para que puedan esparcir las cenizas de sus difuntos, que se distribuyen por todo el recinto a través del riego.
¿Se sigue con un ritmo estable de construcción de nuevos unidades de enterramiento en los diferentes recintos? ¿O se empieza a aplicar una estrategia de reutilización de los actualmente existentes?
Hasta ahora estamos construyendo nichos en todos los cementerios para que se cubra la demanda, incluso en cementerios como Campanar, en el que no se había construido en los últimos 15 años. Por otra parte las primeras concesiones de nichos a 50 años, que se iniciaron partir de 1971 empiezan a cumplir este año, que será el primero en que se solicite o el cobro de la tasa para renovar el nicho o su recuperación por parte del Ayuntamiento. Por tanto entramos en un escenario desconocido, que es la recuperación de estas unidades. Todavía desconocemos la posible tendencia, puesto que se trata de una decisión personal que estamos a la espera de conocer, aunque lo cierto es que hay muchas personas que solicitan la cremación de los restos y la posterior liberación del nicho.
Algo que tenemos muy claro es que el cementerio no puede crecer indefinidamente, por lo que las estrategias de recuperación son imprescindibles.
¿Cómo es la proyección cultural de los cementerios de la ciudad?
En València tenemos la “ruta del silencio”, complementada con un libro escrito por Rafa Solaz, en la que se muestra la riqueza de los cementerios, tanto en historias que nos cuentan muchos personajes ilustres de la ciudad, así como la riqueza arquitectónica que atesoran los recintos funerarios de València, y sin olvidar la riqueza arbórea, que en muchas ocasiones es monumental Se trata de hacer un recinto menos frío, más naturalizado y amable.
Por otra parte, y dentro de este aspecto, en las próximas semanas vamos a culminar el traslado del sarcófago de Vicente Blasco Ibáñez al Cementerio General, con lo que contaremos con un nuevo punto de interés en el recinto.
¿Se plantea el ayuntamiento de València adquirir vehículos eléctricos para los usos propios de los cementerios municipales?
Desde hace años, concretamente desde 2013, contamos con vehículos eléctricos para el desplazamiento interno del personal del cementerio general. . Entendemos que hay que seguir apostando por la movilidad eléctrica, y nosotros seguiremos en esta línea que ya se inició hace casi una década.
¿Cree que Funermostra es un foro adecuado para que los responsables de cementerios puedan encontrar soluciones?
FUNERMOSTRA es un foro muy interesante, diverso y plural, ideal para el encuentro de opiniones donde poner en común nuestras ambiciones y proyectos, y entre todos mejorar la prestación de servicios, poniendo en común ideas, y haciendo que los cementerios sean más amables, más humanos, y con un mejor servicio para nuestras vecinas y vecinos.