La industria del más allá digital: desafíos éticos, regularización y educación ante una nueva era del duelo

La investigadora Katarzyna Nowaczyk-Basińska, del Centre for the Future of Intelligence de la Universidad de Cambridge, ha presentado en Funermostra la conferencia titulada “Griefbots, Deadbots, Avatares Póstumos: desarrollos actuales y futuros posibles de la industria de la vida digital después de la muerte”. Una charla imprescindible, patrocinada por Memora, para comprender cómo la inteligencia artificial está transformando la forma en que afrontamos la pérdida, la memoria y la idea misma de inmortalidad en la era digital.

En su intervención, Nowaczyk-Basińska ha explorado el fenómeno emergente de la vida digital post morten, un nuevo campo en el que convergen la tecnología, la ética y los rituales del duelo. La investigadora analiza el desarrollo de herramientas impulsadas por IA como los griefbots, deadbots y avatares póstumos, que permiten recrear digitalmente a personas fallecidas a partir de sus datos personales, patrones de lenguaje o recuerdos compartidos, “creando la ilusión de que decir adiós, ahora es un hasta luego”.

Durante la charla, la investigadora ha ofrecido una visión panorámica del estado actual de la industria del “más allá digital”, desde sus primeros experimentos en los años 2000 hasta la actual irrupción de la inteligencia artificial generativa. Este avance tecnológico ha democratizado el acceso a herramientas que antes solo estaban al alcance de grandes empresas, abriendo un debate profundo sobre los límites éticos, emocionales y sociales de su uso.

Uno de los temas abordados han sido los nuevos desafíos éticos vinculados al consentimiento y la privacidad post mortem, los riesgos psicológicos asociados a la interacción con representaciones digitales de personas fallecidas, y la necesidad de regulación y diseño responsable en un mercado cada vez más comercializado.

Nowaczyk-Basińska también ha planteado los diferentes futuros posibles de la industria funeraria digital, destacando oportunidades para la innovación social y la aparición de nuevos perfiles profesionales, como gestores o asesores de legado digital. Además, ha subrayado la importancia de la educación y la sensibilización ciudadana para afrontar este cambio cultural de manera informada y ética.

“La pregunta ya no es si podemos construir la inmortalidad digital, sino cómo hacerlo de forma responsable, sostenible y respetuosa”, ha afirmado la investigadora.