El año 2015 ha finalizado, según el Instituto Nacional de Estadísticas, con 422.276 fallecidos, lo que supone el mayor número de fallecimientos en nuestro país desde que existen datos oficiales al respecto.
En cuanto a la tasa bruta de mortalidad, también ha habido un incremento respecto al año anterior. Así, si durante el año 2014 la tasa bruta fue de un 8,5 ‰, la tasa del 2015 ha sido de 9,1 ‰.
Estos datos han provocado que por primera vez en España se ha producido un crecimiento vegetativo negativo, ya que han fallecido más personas que las que han nacido (419.109 niños).
Sin embargo, en el año 2016 no se está repitiendo esta tendencia demográfica. Según Juan Vicente Sánchez-Araña, presidente de PANASEF, “el aumento de fallecimientos durante el año 2015 ha sido desde nuestro punto de vista algo coyuntural. No creemos que sea una tendencia en los próximos años ya que, durante el primer semestre de 2016, hemos constatado como el número de servicios funerarios ha descendido. Por tanto, creemos que este año los fallecimientos en España se volverán a situar en torno a los 395.000 – 400.000 y la tasa bruta se situará sobre el 8,6 por mil”.
El incremento de fallecimientos durante el año pasado vuelve a poner de manifiesto la necesidad de una ley nacional que defienda los derechos de las familias y en la que se tenga en cuenta el aspecto sanitario del sector funerario.
